Ingredientes:
- 8 berenjenas pequeñas
- Sal gorda
- 1/2 litro de vinagre blanco
- 1/2 litro de agua
- Aceite de oliva
- Hiervas provenzal
- Orégano
- 1 hoja de laurel
- Pimienta negra en grano
- Ajo molido (no del fresco, el que venden en botes como especias)
- Pimentón picante o dulce según se desee
Primero lavamos y quitamos los cabos de las berenjenas, las cortamos como de un centímetro y medio de grosor y las ponemos en un colador, las cubrimos con la sal gorda y las dejamos reposar como una hora, el tiempo suficiente para que se deshidraten, suelten todo el agua y también el amargor que las caracteriza.
Pasado ese tiempo ponemos a hervir en agua y el vinagre, lavamos bien las berenjenas eliminando toda la sal y las incorporamos a la cazuela, las dejamos hervir unos 5 y 8 min. o hasta ver que van adquiriendo un color traslucido (no más ya que se desharían).
Las retiramos con una espumadera sobre un paño seco y esta claro que bien limpio, las dejamos enfriar.Echamos un buen chorro de aceite de oliva en un recipiente donde las vayamos a conservar y añadimos las berenjenas, unas bolitas de pimienta en grano, espolvoreamos con las hiervas provenzal, añadimos un poquito de orégano (sería una cuarta parte de la cantidad que echamos de hiervas provenzal), como una cucharada sopera rasa de ajo molido, pimentón al gusto y la hojita de laurel. Lo acabamos de cubrir con aceite, cerramos herméticamente y lo movemos bien para que se mezclen los sabores pero con cuidado para no romper las rodajas de berenjenas y voilà!!
Es ideal para consumir en sádwich, como guarnición de pescados o carnes, en ensaladas....
